¿Por qué dominan los atletas de color?... ¿Cómo se explica
su hegemonía?... Busquemos respuestas

BLACK POWER

(Primera parte)*

Miércoles, 27 de Setiembre del 2000

.........PODER NEGRO. Las Olimpiadas de Sydney no son excepción a la regla. Los atletas de color dominan en muchas disciplinas, sacan ventaja largamente a contendores de otras razas. Por estos días, causa furor en los Estados Unidos el libro del periodista Jon Entine.
«Tabú. ¿Por qué los atletas negros dominan el deporte y por qué nosotros tememos de hablar de ello?» El autor era consciente de que caminaba sobre un terreno minado al abordar este tema. Recuerda que, en EEUU, después de la década de los sesenta, no se considera políticamente correcto hablar de las diferencias de comportamiento o de los éxitos que puedan estar relacionados con las diversidades raciales.
Jon Entine cuenta el caso espectacular de la superioridad de los afroamericanos en algunos deportes, como atletismo, carrera o salto, mientras que no logran medallas en otros como la natación o la maratón que exigen más resistencia.
Jimmy Snyder, periodista deportivo de la cadena CBS, afirmó: «El negro es mejor atleta porque ha sido hecho para eso... Desde el tiempo de la esclavitud, el propietario alimentaba mejor a las madres negras para que dieran a luz vástagos vigorosos. Así es como comenzó todo». Y añadió: «Saltan mejor y corren más rápido porque tienen gruesos muslos y son más grandes». Algunos días más tarde, Jimmy Snyder perdía su trabajo en la CBS. Nada que discutir, obviamente. El asunto no puede tocarse con tanta simpleza ni, sobre todo, con ese tufillo racista en los conceptos.

Barreras de color
Lo mismo le había ocurrido, en 1987, a Al Campanis, directivo del equipo de béisbol de Los Angeles Dodgers. Lo entrevistaban en la cadena ABC de televisión en el cuarenta aniversario del fin de la «barrera de color» para que los Negros pudieran participar en este deporte. Con toda candidez afirmó que si había tan pocos negros entre los directivos y capitanes de equipo de béisbol era «porque eran maravillosos jugadores pero que no tenían las cualidades necesarias para dirigir». Campanis trabajaba desde hacía cuarenta y cuatro años en Los Angeles Dodgers y estaba encargado de los fichajes y siempre había reclutado a deportistas de color y a latinos. Dos días después de la entrevista, también se encontró en la calle.
Sin embargo, hubo deportistas de color que rompieron las barreras de los prejuicios. Por ejemplo en el «deporte blanco» ódónde hoy destacan las hermanas Venus y Serena Williamsó Arthur Ashe fue el primer y único afroamericano vencedor de los torneos Wimbledon.

Hitler y Jesse Owens
Son más conocidos para la opinión pública otros pioneros como el sprinter Jesse Owens, que desafió a Hitler llevándose cuatro medallas de oro en las Olimpiadas de Berlín de 1936: 100 m, 200 m, salto en longitud y 4x100 m. Otros tres atletas de color, antes que él, habían obtenido medallas en las Olimpiadas de Los Angeles, en 1932. Pero la victoria de Jesse Owens, nacido pobre pero admitido en la Universidad de Ohio, supuso un enorme aliento para despertar en los jóvenes el gusto por la competición con la esperanza de un ascenso social. No hay que olvidar que el mismo Jesse Owens, para sobrevivir, tuvo que dedicarse a competir en las ferias... contra caballos y motos.
Otro gran acontecimiento deportivo despertó el entusiasmo de la prensa negra norteamericana comparable a los reportajes de los Juegos de Berlín: el combate entre Joe Luis y el alemán Max Shmeling, en 1938. Fue impresionante el espectáculo de ver en el suelo por KO al prepotente blanco representante de la Alemania nazi. El racismo más cerril saltó a la palestra temiendo el despertar de los negros que habían visto con sus propios ojos a los blancos «mordiendo el suelo». Ya no eran imbatibles, al menos, en el terreno del deporte. No era un mal comienzo. La pasión del público pondría el resto...

 

(Segunda parte)*

Jueves, 28 de Setiembre del 2000

........."Siento la obligación de demostrar que, blanco o negro, un hombre puede convertirse en el mejor boxeador del mundo y seguir siendo un caballero». Así se afirmaba la voluntad de convertir a Joe Luis en «el símbolo del talento afroamericano».
Aún dejando de lado el baloncesto, el béisbol y el fútbol americano, en los cuales sobresalen los afroamericanos, si nos detenemos en el mundo del atletismo podremos comprobar que la última victoria de un blanco en los 100 m, durante las Olimpiadas, se remonta a 1972: se trataba del soviético Valeri Borzov, con 10"14. Cuando los norteamericanos boicotearon los Juegos de Moscú de 1980, el vencedor fue el escocés Alan Wells. Desde entonces, los 32 finalistas de las cuatro últimas Olimpiadas tenían todos una ascendencia de Africa del Oeste sobre todo del grupo mandinga.
Lo mismo ha ocurrido con los atletas que corrieron los 100 m en menos de 10 segundos. Y los recordman del mundo de 100 m a 400 m vallas. Por las venas del italiano Pietro Mennea, recordman del mundo de los 200 m en 19" 72, de 1979 a 1996, corría sangre africana. Y, naturalmente, fue un afroamericano, Michel Johnson, quien batió el récord en 19"32.

Destacan más en determinados deportes
En Sydney se ha confirmado la tendencia. En las pruebas que requieren más resistencia, las superiores a 1.500 m, las medallas suelen ser ganadas por africanos del Este, etíopes y kenyatas.
Si lo que antecede es válido para el atletismo, también se pone de manifiesto las carencias de los afroamericanos en las pruebas de natación y de salto. Al contrario de lo que han sabido demostrar competidores asiáticos. ¿Cuál podría ser la explicación?
No se puede acusar de racismo a los expertos que afirman que existen genes que predisponen a ciertas enfermedades. Y también al contrario, Jon Entine se pregunta ¿por qué sería racismo tratar de explicar la superioridad de los deportistas de color en ciertas disciplinas gracias a determinadas predisposiciones genéticas? Ello no presupone carencia en otras capacidades fuera del mundo del deporte.

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9 razones que les dan ventaja

............Estas son las conclusiones a las que llega el autor de ¿Por qué los atletas negros dominan el deporte?, a partir de estudios realizados desde 1928:

  1. Menor grasa subcutánea en brazos y piernas y un cuerpo y una masa muscular proporcionalmente más finos, con hombros más anchos, cuatriceps más gruesos y, en general, una musculatura más desarrollada.
  2. Cavidad pulmonar más pequeña, lo cual explicaría sus limitaciones para la natación y para la marcha.
  3. Centro de gravedad más elevado, posición sentada más compacta, caderas más estrechas y pantorrillas más ligeras.
  4. Envergadura y estiramiento máximo de los segmentos más grande: la mano es relativamente más larga que el antebrazo que, a su vez, es relativamente más largo que el brazo; el pie es relativamente más largo que la tibia que, a su vez, lo es más que el muslo.
  5. Reflejo del tendón de la rótula más rápido.
  6. Densidad corporal más fuerte, probablemente debida a una densidad mineral de los huesos más elevada y a una masa ósea más pesada en todos los estadios de la vida, incluso durante la infancia.
  7. Niveles de testosterona (del 3% al 19%) que favorece el anabolismo y que, en teoría, contribuye a aumentar la masa muscular, a reducir la presencia de grasa y a reforzar la aptitud para llevar a cabo un esfuerzo más intenso con una rápida recuperación.
  8. Porcentaje más elevado de fibras musculares en contracción rápida y de encimas puros anaerobios susceptibles de convertirse en energía explosiva.
  9. Todo ello indica capacidades excepcionales para quienes practican deportes anaerobios como el fútbol americano, el baloncesto y el esprint, pero que se convierten en desventajas para la práctica de deportes de resistencia así como para la natación por la cavidad pulmonar más reducida y el esqueleto más pesado.
(*) José Carlos García Fajardo
(Presidente ONG Solidarios, profesor de pensamiento político y social, Centro de Colaboraciones Solidarias -CCS-)